Cuando no puedes contar con nada ni nadie, ten por seguro que puedes confiar en las promesas de Dios. Lee Hechos 27. Podrás ver que todo parecía perdido, pero Dios le dijo a Pablo que todos se salvarían y él confió en Dios: “Así que ¡ánimo, señores! Confío en Dios que sucederá tal y como se me dijo. Sin embargo, tenemos que encallar en alguna isla».” Hechos 27:25 (DHH). Pablo veía como se comportaba el mar, y no puso su fe en eso, ni en la calidad del barco, ni en las habilidades del capitán. Pablo confió en Dios. ¿En que estás tratando de poner tu confianza? ¿Estás confiando en tu personalidad, en la "suerte" que normalmente tienes para arreglar los problemas? ¿En tu apariencia? ¿En tu dinero? ¿En tu influencia? Estos botes salvavidas fallarán algún día. El único lugar seguro para estar en medio de una tormenta es en el centro de la voluntad de Dios. Busca a Dios en oración y medita: ¿Cuáles promesas de Dios tienen mayor significado para ti durante tiempos difíciles? ¿De cuales pequeños “botes salvavidas” has pensando que depende tu vida?