¿Alguna vez has tenido pensamientos intensos, que te mantienen despierto por la noche? ¿Has sentido emociones abrumadoras que te consumen y te hacen sentir impotente para seguir? Si has pasado por esto, puede que te hayas preguntado ¿No es mi fe suficiente fuerte para manejar esta situación? Lo primero que quiero decirte es: NO ESTÁS SOLO, junto al Espiritu Santo vamos a descubrir las razones por las que esto puede estar sucediendo, y cómo puedes dar el paso para salir de esa cueva y entrar en la luz que Dios quiere para ti. Esta bien si has estado en esa cueva durante un tiempo, pero una cueva no es un lindo lugar para permanecer mucho tiempo más. La Palabra de Dios nos enseña sobre algunas personas que a pesar de estar muy cerca de Dios, han experimentado situaciones con la que estás viviendo hoy. Con esta serie de devocionales, quiero que te des una oportunidad, que te acerques al Espiritu Santo de Dios quien puede ayudarte a buscar la salida. Puedes decirle: Espíritu Santo, ayúdame! Reconozco hoy que necesito de tu ayuda para salir de esta situación! Ya no puedo más! Y él hoy te dice: No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa. Medita en esto durante unos minutos. Pídele al Espiritu Santo que te ayude a recordar momentos en los que has visto muy claro la mano de Dios, piensa en el primer momento que escuchaste su voz.