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Sisu
¿Alguna vez has estado al borde de una situación sintiendo que ya no aguantas más?, ¿tal vez un agotamiento físico o algún proceso que mentalmente te drena la voluntad y quisieras que el mundo se detenga? Seguramente todos hemos sentido que nuestro nivel de tolerancia hacia algo está llegando al límite, o al menos eso hemos creído…
Hace un tiempo aprendí que en la cultura finlandés tienen una palabra dedicada para estos momentos, pero esta no se refiere al agotamiento físico, si no más bien a la capacidad y tenacidad de una persona para encarar una situación y con el más grande esfuerzo, verse fuerte ante cualquier cosa e incluso sentirse capaz de superar situaciones más difíciles sin importar lo que sea que estén viviendo. Me gusta saber datos interesantes de las diferentes culturas del mundo, todas tienen algo admirable para enseñar, y si hay algo que quisiera adoptar de los finlandeses es esto. Sisu: “Es algo especial reservado para los momentos especialmente desafiantes. Cuando sentimos que estamos al final de lo que es nuestra capacidad preconcebida. Se podría decir que Sisu es energía, determinación ante las adversidades que son más duras de lo habitual” Me gusta pensar que para muchos de nosotros el Sisu es esa indomable voluntad e inexplicable coraje ante la adversidad que se afronta con una paz “que sobrepasa todo entendimiento”. Renunciar nunca es una opción, y más bien superar la situación se convierte en una obligación ineludible. Hacer ver a los demás que incluso una situación peor puede superarse. Para los finlandeses es una palabra arraigada en su cultura, para nosotros puede ser una herramienta para instaurar coraje en nuestra vida, pero para todos los creyentes en Dios, esto significa la fuerza sobrenatural que solo él nos da para superar situaciones difíciles. Es el momento oportuno cuando todo el coraje se reúne a partir de un mensaje que escuchamos, de una palabra de aliento, del abrazo de un amigo, de un mensaje de texto, o simplemente de un momento de gratitud que sabemos valorar cuando ocurre. Dios de alguna u otra forma se hace sentir en medio del desastre y la angustia, y como si fuera algo sencillo, de repente una sonrisa se pinta en el rostro, los pensamientos cambian, los sueños se avivan y cada paso empieza a dirigirnos hacia la salida del problema. Adoptar el Sisu en nuestra vida es una decisión, no significa que sea fácil afrontar las situaciones difíciles, es implantar una tenacidad y valentía en el corazón, es querer inspirar a otros demostrando fuerza de voluntad y ciega confianza en que Dios va hacer algo, que cualquier cosa se puede superar cuando la actitud, el empeño, el coraje y la paz de Dios se plantan frente al problema. “De tanto andar te cansaste, pero no dijiste: “Hasta aquí llego”. Lograste renovar tus fuerzas; por eso no desmayaste.” Isaías 57:10 “Pero yo siempre tendré esperanza, y más y más te alabaré. Todo el día proclamará mi boca tu justicia y tu salvación, aunque es algo que no alcanzo a descifrar.” Salmo 71:14-15