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  • 29 octubre 2020
  • Tu mejor oportunidad

    Si te digo el nombre Hugh Jackman probablemente piensas en Wolverine, uno de los íconos principales del universo Marvel que vemos en la imagen… ¿Sabes la historia de este papel? Hugh Jackman no era el elegido en un inicio para este rol, él tan solo hizo una prueba simple, y solamente porque el estudio cinematográfico quería tener un plan B en caso de que algún muy improbable evento/accidente ocurriera con el actor principal escogido para interpretar el papel de Wolverine. Hugh en ese momento visto como un actor versátil pero sin fama, fue al lugar con pocas esperanzas de que este rol alguna vez llegara a él. Ese día simplemente entró a la oficina, hizo su parte (según su declaración dice que su audición pudo tardar unos 20 segundos ya que nadie daba importancia a la tarea de ese día, se limitaron a interpretar algunas pocas y cortas escenas), voló de vuelta a casa y nunca esperó recibir una llamada con respecto a este asunto.

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    Unos días después el plan B entró en juego, y Hugh Jackman sería el elegido para interpretar durante los próximos 17 años el papel de Wolverine, el cual terminó siendo el más reconocido de su carrera, a pesar de que todo inició como algo sin relevancia para el equipo de producción. La audición para la cual no le pidieron ninguna preparación y que solo era un evento más en su vida; lo hizo parte de una de las más grandes franquicias del mundo durante 17 años. Piensa si esto te puede haber pasado alguna vez, tendemos a menospreciar los eventos de nuestra vida, a algunas cosas les damos un rango más importante que a otras sin pensar que no importa de dónde venga o las circunstancias; esta puede ser la mayor oportunidad de nuestra vida. “Así dice el SEÑOR: En tiempo propicio te he respondido, en día de salvación te he ayudado; te guardaré y te daré por pacto del pueblo, para restaurar la tierra, para repartir las heredades asoladas,” Isaías 49:8 Esto aplica en cualquier área, puede ser en el trabajo, o en tu lugar de estudio, o en la iglesia que te congregas, no importa que hagas o en lo que estés involucrado, tienes que dar el máximo en todo lo que haces, entrega todo tu talento, tu mayor esfuerzo, todas tus ganas, porque nunca sabes que puede resultar de eso que hoy crees que no te llevará a ningún lado. Las mejores oportunidades se dan cuando entregas el máximo, sin darte cuenta quien te está viendo o lo que el resultado de tu esfuerzo traerá. ¿Te has preguntado en cuántas situaciones Dios te ha puesto y no tal vez has aprovechado el momento porque pensaste que no era algo importante? A partir de ahora sé intencional, cambia tu modo de evaluar las cosas, o qué tal si dejas de evaluarlas, no le pongas una puntuación de importancia a lo que haces, enfrenta cada tarea dando el máximo con la mejor actitud, ¿qué tal si esa es tu mejor oportunidad? Dios tiene tanto para nosotros, pero has visto ¿cuánto parece que nos esforzamos para retrasar las bendiciones?, no aprovechamos las oportunidades o complicamos las cosas más de lo necesario, reaccionamos por orgullo, exigimos lo que queremos, presionamos y damos una mala impresión, manipulamos o compramos, menospreciamos las oportunidades… Son tantos ejemplos que podemos pensar en los que muchas veces en lugar de hacer lo mejor que podemos, más bien buscamos salir rápido de algo porque pensamos que ese evento no tiene relevancia alguna en nuestra vida. Muchas cosas en mi vida se han alineado como resultado de un evento o conexión que en un principio no creía que fuera importante para mis metas. Y estoy seguro que esto sigue siendo un patrón en nuestras vidas, nuestro entorno actual no determina lo que podemos llegar a ser, el camino se va haciendo conforme avanzamos entregando todo lo que tenemos. Nuestro talento y actitud puestos en acción van cincelando el camino que queremos formar, está en nuestras manos hacerlo lo mejor que podamos para aprovechar cada oportunidad, o simplemente dejar pasar las cosas que consideramos poco relevantes. ¿Lo habías pensado antes? Talvez eso que ni siquiera habías notado puede que sea la mejor oportunidad de tu vida. “El Señor te bendiga y te guarde; el Señor te mire con agrado y te extienda su amor; el Señor te muestre su favor y te conceda la paz”. Números 6:24-26