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¡Yo quiero un clon!
Imagina que tienes un clon, seguramente las películas te han hecho pensar en esto, pero imagina que ese clon es exacto a ti, y no lo digo solo en el aspecto físico, es igual a ti en tu forma de ser, en la forma de tratar a los demás, en la actitud que tienes ante los acontecimientos de la vida, tu determinación para avanzar y cumplir tus sueños… piensa en eso. ¿Qué pasaría? ¿Crees que el mundo estaría feliz con otro más como tú? Pues puedo decirte que si lo has hecho bien, entonces creo que es genial que haya otro como tú, un clon de tus principios, actitudes y comportamientos, acciones que hacen que tu vida avance y que además tu pasión provoca una influencia positiva en los que te rodean. “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad. Lo que también habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, esto practicad, y el Dios de paz estará con vosotros.” Filipenses 4:8-9 Ahora, es una gran responsabilidad tener un clon. Es tu responsabilidad enseñarle todo lo que quieres a ese nuevo tú, vas a implantar esos hábitos que talvez tú mismo aún no tienes, pero es importante que juntos desarrollen buenos hábitos que hagan que su vida sea relevante para el mundo. ¿Qué le enseñarías?¿Qué te parece importante transmitir de lo que ya conoces? Y seguramente hay cosas que debes cambiar antes de poder enseñar, recuerda que ese clon tuyo tiene la responsabilidad de duplicar tu aporte al mundo, con esto quiero decir que no es él quien hará tu labor, se trata de duplicar tu impacto en esta tierra.
Te doy mi idea de las primeras cosas que quisiera enseñarle a mi clon: • Determinación: Nada lo mueve, no se cansa, no retrocede, empuja sus límites cada día. • Principios inamovibles: Cree en algo y lo defiende, actúa bajo principios que no están nunca en juego, todos saben de su visión y creencia. • Deseo insaciable por desarrollar su potencial: Conoce el potencial de una vida con buenos hábitos y disciplina, conoce su razón de ser y hacer las cosas, por eso juega en la vida como un atleta olímpico y todos los días entrena para ser mejor. • No detenerse ante el miedo: El miedo se siente cada tanto según las circunstancias y responsabilidades, pero sabe controlar el sentimiento y avanza, aunque tembloroso y con cierta incertidumbre pone el pie en el campo de batalla y se atreve a dar su aporte en la vida, aunque tiene miedo sueña con algo muy grande. • Una meta gigante, un sueño que asusta: Todos tienen el potencial de alcanzar lo que sueñan, y diría que necesitamos de este tipo de sueños que nos hagan movernos de la cama todos los días, de saber que lo que estamos haciendo cada día contribuye a algo más grande que nosotros mismos. Medita todos los días en un ideal mayor que sin Dios no se cumplirá, enfoca todas tus energías y desarrolla tu potencial porque la exigencia para ver el sueño cumplido requiere de personas que tienen determinación y pasión. ¡Te imaginas una persona que pueda avanzar en la vida con todos esos principios que nada ni nadie puede debilitar! que sus pasos en la vida son tan firmes que aunque lágrimas recorran su rostro, aún así siempre avanza, siempre inspira, siempre influye. Ok ok, es cierto, no es fácil tener un clon y tal vez no muchos estaríamos de acuerdo en crear un clon de nosotros, pero ¿qué tal si nos convertimos en nuestra mejor versión sin necesidad de tener un clon?, ¿Que tal si clonamos nuestras acciones y mejoramos nuestro ser, para volvernos la versión que duplica lo que hoy estamos haciendo y lo transforma en impacto positivo para el mundo y deja huella? “Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros, y os designé para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda.” Juan 15:16 La capacidad de hacerlo ya la tenemos, solamente debemos ejecutar el plan de desarrollar quienes somos, convertirnos en atletas, seamos exigentes con lo que hagamos, detectemos las debilidades y mejoremos, adoptemos buenos hábitos, y digámosle a Dios que estamos dispuestos a trabajar incansablemente por un sueño que dejará una huella más allá de nuestro entorno inmediato. ¿Ya sabes cómo sería tu versión mejorada? Este sería mi ideal: Una persona que tiene influencia en los demás porque pone su pasión al servicio de otros, que hace cada día lo mejor para que su propósito se cumpla y por eso su vida es relevante en la Tierra.