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¡Agua a diario!
Dicen por ahí que existen ciertos comportamientos que nos comienzan a enviar señales y a decirnos que estamos haciéndonos grandes en edad, por decirlo de una forma más bonita. Creo que envejecer es algo positivo, siempre y cuando no se te hagan arrugas jajaja, no ya en serio, no muchas personas llegan a su vejez así que creo que hay que ser agradecidos por un nuevo año. Resulta que me dio, no hace mucho tiempo, el deseo por sembrar plantas y tener mi patio de atrás con muchas matitas que llenan las paredes y por supuesto que mis amigas me dicen que soy toda una señora porque me gustan las plantas y yo pues les digo que sí, que soy toda una señora. Me he dado cuenta de que en invierno es mucho más fácil cuidar las plantas porque el cielo se encarga de hacerlas crecer con su lluvia constante y se ponen bellísimas, pero en verano es otra cosa totalmente.
Tengo ya varias matitas y me toma entre 20 a 30 minutos echarle agua a todas y a veces no tengo ese tiempo disponible y les quedo mal, no, es que en serio, ya tengo un nivel alto en esto de las plantas porque me siento un poquito culpable si no les echo. En mis inicios no sentía tanta culpa y he de confesar que algunas de mis primeras plantas pasaron a mejor vida, creo. Lo anterior porque no tenía tiempo, o si tenía tiempo era en la noche y me sentía cansada o porque me excusaba pensando que como aún se veían verdes por fuera quizás todavía no necesitaban agua. Pero luego, un día, veo cómo se marchitan y a pesar de que corrí a echarles agua, la plantita no sobrevivió. No sirvió que les diera agua ocasionalmente, cuando tenía tiempo o cuando no estaba cansada, hacerlo esporádicamente no funcionó para ellas. El punto aquí es que, tenemos personas tan importantes en nuestra vida, tanto que no podríamos imaginarnos sin ellas, tan pero tan importantes, sin embargo, es muy lamentable que a veces las tratamos como a plantitas y les damos amor, tiempo o nos sentamos a escuchar lo que tienen para contar, pero solo muy esporádicamente, solo cuando tenemos tiempo o no nos sentimos cansados. Y sin darnos cuenta, creamos una brecha entre ellos y nosotros y luego no entendemos por qué. Mi anhelo a través de este blog es que te fijes en esas personas especiales que tanto le aportan a tu vida y veas qué tal los estás cuidando, fíjate a ver si les estás echando agua todos los días o si su raíz ha comenzado a secarse, porque lo bueno con las personas es que, a diferencia de las plantitas, si hacemos cambios y somos constantes en mantenerlos ellas vuelven a florecer como si les cayera lluvia.