BLOG
Mi dedo pequeño pequeño
1, 2, 3, 4, 5… en cada mano tenemos 5 dedos y todos ellos son muy diferentes entre sí. En un extremo está “el Gordo” o como deberíamos llamarlo realmente “El Pulgar”; mientras que, hasta el otro extremo encontramos al famoso “Dedo Pequeño” o por su nombre científico, el Meñique. Aunque muy diferentes entre sí, todos tienen una función específica en la mano y no querríamos prescindir de ninguno de ellos. Tengo 4 hermanos, yo soy la hermana del centro. Cuando niños siempre le preguntábamos a mi mamá a cuál de todos quería más, y mami siempre nos respondía – ¿…y cuál dedo de la mano quiere usted más?” jaja… esas respuestas de mamás… Pero la verdad es que sí tengo especial cariño por uno de mis dedos y es al que llamo mi dedo “Pequeño Pequeño”.
Te preguntarás por qué quiero más al Meñique pero no dije que fuera únicamente el Meñique sino el Pequeño Pequeño. Cuenta la historia que cuando yo tenía unos 4 años de edad, jugaba con mis 2 hermanos mayores a subir por las gavetas de un closet hasta su parte más alta, y brincar posteriormente hasta la cama (éramos unos niños bastante quedititos). En una de las ocasiones, yo iba apenas subiendo por las gavetas, cuando mi hermano saltó a la cama y el closet se vino al suelo mientras yo quedaba guindando con el meñique derecho de una de las agarraderas de la puerta. El asunto parece no haber pasado a más aunque mi meñique sufrió un pequeño percance y se cortó en 2/3 de su totalidad en forma vertical, dejando una enorme cicatriz que hoy por hoy no me permite estirar el dedo con normalidad. Cuando comparo mi mano derecha con la izquierda, mi meñique es notoriamente más pequeño que el otro dedo pequeño, y de ahí que se haya convertido en mi dedo Pequeño Pequeño. Por qué toda esa historia? Porque todos tenemos peculiaridades que nos hacen seres únicos e irrepetibles. Hace algunos días hablaba con Dios acerca de cuál era su plan para mi vida y de si había un propósito específico para cada uno de nosotros y entonces esta idea vino a mi cabeza “Mi dedo Pequeño Pequeño” y este versículo vino a mi mente: “Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” Job 1:8 Seguidamente imaginé la conversación que tuvo Dios con Satanás cuando le dijo – Has visto a Job? Y que de pronto Satanás le decía – Job? Cuál Job? – Aquel, el del dedo pequeño pequeño. Así fue como me di cuenta de que cada una de nuestras característica y de las cuales tal vez no estamos muy agradecidos; el alto porque es muy alto, el pequeño por pequeño, el gordo, el flaco, el blanco, el negro, el de pelo lacio o de risos, que guapo que feo… todos nosotros hemos sido formados con rasgos y personalidades específicas, con un fin y un propósito tan perfecto que no podemos siquiera soñar. Muchas veces el enemigo trata de usar tus peculiaridades en tu contra y te hace creer que no están bien pero la próxima vez piénsalo 2 veces y date cuenta de que Dios disfrutó formarte y elegir cada parte de tu cuerpo para cuando sostenga conversaciones acerca de ti, pueda decir – Aquel, el que tiene el corazón hermoso que yo le puse. Y finalmente, como diría mi mamá – Cuál dedo querrías que te quitaran? Ninguno, definitivamente ninguna de mis características está mal! No lo dudes más, no hay nada en ti que esté de más.