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  • 03 junio 2020
  • ¿Y tú, te arriesgarías?

    Existen muchas circunstancias en la vida que conllevan un riesgo: conducir un vehículo, elegir un esposo, decidir tener un hijo, el simple hecho de salir de la casa ya es riesgoso y ni qué te digo de contraer gripe en este momento de pandemia, jajaja o sea, caótico. Pero es cierto, muchas personas día a día deciden arriesgar sus vidas por diferentes factores, por ejemplo: quienes practican deportes extremos se arriesgan porque disfrutan la adrenalina, aunque quizás también lo hagan por el trofeo o el premio en efectivo; otros, como los soldados, lo hacen porque aman y defienden su país, otros se arriesgan por amor y hacen locuras solo para llamar la atención de la persona que los cautivó. Dime si no es cierto que cuando miras a alguien viviendo al máximo te sientes atraído o atraída por ello, hasta los ojos brillan cuando encontramos personas auténticas que no viven para agradar a otras personas sino que viven siendo fieles a lo que desean, sueñan o anhelan alcanzar. Esas personas son admirables!!!

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    Y en todas ellas hay algo en común: un deseo por vivir intensamente, por morir por una causa que le de sentido a sus vidas, es esa increíble sensación de sentirse vivo cuando podrías incluso morir si el paracaídas no abre. Son personas que no solo están sobreviviendo, están sintiéndose vivos mientras viven (notas la ironía?). Riesgos, hay que correrlos, porque de alguna manera extraña si no los corres es como si quedaras en pausa mientras la vida te pasa de largo y quizás cuando despiertes, no te diré que es tarde, porque mientras haya vida hay esperanza, pero quizás sí habrás perdido años valiosos que son imposibles de recuperar. Y ese es uno de mis grandes temores. El punto es que hay millones de personas arriesgándolo todo por cosas que son pasajeras, arriesgando su propia vida por aquello en lo que han decidido creer, pero al fin y al cabo entregándose, desgastándose, sudando lo que haya que sudar, avanzando a pesar del miedo, lanzándose a amar a pesar de saber que podrían saborear el rechazo, pero viviendo señoras y señores, viviendo con cada latido de ese corazón que algún día dejará de latir para iniciar una nueva aventura en la eternidad. Encuentra algo por lo que valga la pena vivir, desgastarse, sudar, entrenar, arriesgarse, lanzarse, avanzar a pesar del miedo, encuentra algo valioso y de preferencia eterno y cuando lo tengas no lo dudes, arriésgate cada día, vive para transformar la atmósfera que te rodea, haz sonreír a los demás con tus locuras, porque recuerda, todos admiran a alguien auténtico, nada más que casi nunca lo dicen. Dios anda en búsqueda de personas que estén dispuestos a arriesgarse por Él, por Su verdad!