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Mi vida en un rollo fotográfico
Tengo una forma peculiar de ver el mundo. Me gusta asociar cosas nuevas con otras que ya conozco para tener una relación y poder recordarlas; en este caso, vino a mi mente un rollo fotográfico y la historia del personaje bíblico de Eliseo, realmente deseo que puedas leer 2Rey 13:14-20 para que comprendas bien la temática y mientras tanto yo te resumo parte de la historia del de este profeta (toma un minuto para leer el versículo antes de continuar). Eliseo era un profeta cuyo maestro era Elías. Elías era un hombre a través del cual Dios había realizado 9 milagros asombrosos. Un día, Eliseo pidió tener una DOBLE porción de la que tuvo Elías por lo que para que se cumpliera el deseo de Eliseo, Dios debería hacer 18 milagros a través suyo; no obstante, al momento de su muerte, Eliseo vió únicamente 17 milagros cumplirse en su vida. Es extraño, pero le faltó 1. Ahora, quiero contarte el pensamiento que vino a mi mente al inicio…
Hace ya varios años que solíamos utilizar cámaras fotográficas que – créanlo o no muchachos- no eran digitales sino que se usaban unos pequeños rollitos que se compraban en presentaciones de 12, 24 y hasta 36 fotos. Todavía recuerdo el rollo amarillo con letras negras que dejaban ver la marca KODAK. Mi hermana tenía una cámara que le habían regalado por su cumpleaños y usarla era todo un reto. Siendo solo colegiales sin ningún conocimiento de exposición, luz, ni perspectiva fotográfica, grabábamos las imágenes de nuestros paseos y fiestas prácticamente a ciegas, confiando en nuestro buen sentido como fotógrafos pues no podríamos ver el resultado sino hasta el momento en el que gastáramos todos los disparos del rollo. Recuerdo que cuando usábamos uno de 36, gastar esa cantidad de fotos cuando había que seleccionar bien qué queríamos recordar y qué no, era toda una odisea pues no era solo tomar fotos sino que el revelado podía ser realmente costoso. Era muy divertido. Un mismo rollo podía contener fotos del bautizo de mi prima, del cumpleaños de mi hermano menor, de la fiesta del vecino y finalmente un par de eran las ansiadas fotos del paseo con mis amigos. Y así después de los eternos 36 disparos o 37 si uno sabía colocar bien el rollo y se tenía un poco de suerte, finalmente llegaba el momento de llevar el rollo a la tienda de revelado. En esas tiendas había un cuarto oscuro que había sido diseñado para que no le entrara luz del exterior, evitando así que la misma pudiera dañar las sustancias químicas, el papel y el material sensible a la luz que se utilizaba para el revelado de las fotografías. El encargado tomaba el rollo, lo llevaba a ese cuarto oscuro y un par de horas después, ¡estaban listas! Yo tenía que cancelar los más de 10mil colones y ahí estaban, las esperadas fotografías. - Esta no me interesa! Esta es la del vecino y esta es la de mi tía! Aquí están, estas son las mías... No lo puedo creer, 2 salieron completamente negras pues el rollo decidió velarlas. Otras 2 eran más paisaje que personas pero una, una de ellas era la que realmente había valido la pena. La revelación de aquel momento valía la espera, la inversión y las ansias. Y hablando de ansias, quiero retomar la vida de Eliseo porque creo que un hombre de tanta fe, que vivió tantos milagros en carne propia y que vio a Dios tan de cerca, estaría seguro de que aun en su lecho de muerte vería el doble de los milagros que vio su maestro Elías pero no fue así. Eliseo dio su último suspiro y faltó un milagro, podría decirse que un poco de luz entró a su cuarto oscuro y una de sus fotos se veló. El plan no se cumplió del todo, Eliseo fracasó… Pero si lees un poco más te puedes dar cuenta en el versículo 21 de que un milagro más alcanzó a Eliseo después de su muerte y aun cuando todo estaba humanamente perdido, Dios pudo sacar un disparo más de los que garantizaba KODAK y del rollo de 17 fotos de Eliseo, Dios pudo sacar 18, uno más. Así es la vida. Somos decenas de fotografías. Algunas se velan y no cumplen su propósito del todo y algunas otras no son tan buenas como deberían pero otras, otras cumplen su función al ser reveladas y mostrar el diseño del más creativo de los fotógrafos quien tiene diseñado para ti una hermosa fotografía para tu final. Y pues bueno, algunas veces imagino mi vida como una fotografía y espero la revelación. Tú puedes aferrarte a tu fe, a creer que Dios cumple sus promesas y que tiene planes de bien para ti? Yo anhelo saber en qué debo convertirme y qué debo hacer pero aún estoy en un cuarto oscuro, esperando el momento correcto, los colores, las herramientas, la instrucción. Confiando porque estoy segura de que el fotógrafo es el más profesional.