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  • 19 febrero 2020
  • Fríamente calculado

    Esta semana conocimos otra parte de este bello país. La verdad estar en África es impresionante, tan sólo en este lugar viven 110 millones de habitantes, un poco más grande que nuestro país, ¿no crees? Etiopía tiene el segundo lugar entre los países con más ganado en el mundo, solo después de Australia, por eso si te alejas un poco de la capital, a un par de horas es muy normal ver vacas, ovejas y hasta camellos por todo lugar, es una experiencia muy divertida. Existe una ley que dice que si una persona atropella a algún animal debe de pagarlo a su dueño, y si topas con suerte y el dueño del animal te ve con cara de extranjero, te dice que debes pagar también por todas las crías que ese animal iba a tener en la vida, entonces puedes meterte en un gran problema y como la ley está de su parte, tienes que tener mucho cuidado. ¿Por qué les cuento esto? Primero, porque me resulta muy curioso, y segundo, para decirles que debido a esa ley, la mayoría de las personas fuera de Addis dejan que sus animales caminen y estén por donde quieran, por eso es común que los carros se detengan o tengan que estar evitando toda clase de cabras y vacas por el camino jajaja, ¡es espectacular! Aquí muchas familias poseen burros, existen de todos colores y tamaños, y los usan para llevar cargas y jalar carretas; para que tengas una idea, hay tantos como Hyundai en Costa Rica, bueno tal vez no tantos jajaja y quiero contarles una historia que algunas personas de este país cuentan acerca de algo particular de estos animales. Yo nunca lo había notado porque la verdad no es muy común verlos tan de cerca en nuestro país, pero cuando los miras, todos tienen una marca en su pelaje, no importa el color de su espalda, tienen un pelaje de un color distinto como los caballos, pero a diferencia de ellos, los burros tienen otra pequeña línea horizontal que forma una cruz en su espalda, quiero que veas la foto para que lo notes:

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    La historia que escuché, dice que fue la marca que Dios puso en ellos, que no es una casualidad, fue el diseño perfecto del creador, para que al mirarlo la gente recordara el sacrificio de Jesús, esto es algo que yo no puedo asegurar obviamente, pero me encantó porque creo que nuestro Dios es un Dios de pequeños detalles con nosotros y me encanta creer que cuando Jesús entró a la ciudad montado en ese burrito y todos lo vitoreaban como un rey, esa forma de la cruz en la espalda de ese animal lo hacía recordar el propósito del Padre, y aún cuando la personas creían que Jesús sería un Rey como todos los demás, y que el cambio vendría desde un trono y un palacio, Jesús sabía que era la cruz la que cambiaría la humanidad para siempre. ¡Woo es impresionante, me encantó esa historia! Al igual que la marca de la cruz en cada uno de esos burritos, creo que Dios ha marcado nuestro corazón con un propósito, un sueño, que nos inspira y nos recuerda que no estamos en este mundo por casualidad, que Él tiene un gran plan para ti, que te hace especial al resto y te da una dirección. Sé que los religiosos están pensando “eso no es bíblico”, pero es una alegoría, por eso dije que es una historia que escuché y que no lo puedo asegurar, pero como lo que los religiosos piensen no me interesa mucho la verdad jajaja sé que tal vez puedas ver lo que yo vi detrás de esta historia:  Veo a un Dios de propósitos y detalles, que no hace nada por casualidad y que le gusta sorprendernos con esas cosas maravillosas que solo Él puede hacer. Y termino compartiéndote esto que pensé cuando veía a esos animales pasar frente a mí. El pensamiento que llegó a mi mente fue: Jon, no olvides que la promesa de la cruz también es para ellos, para cada africano y ustedes en Cemilan son parte de ese plan, tienes que creerlo. Sabes yo creo que soy parte de ese plan, la pregunta es: Tú lo puedes creer?