Expliquémoslo bien para que quede claro! Dios no te está limitando e impidiendo que hagas aquellas cosas que te gustan y que deseas hacer y que además son buenas para ti. Pero resulta que hay cosas que muchos quieren hacer, que les gusta hacer, incluso se exceden en ellas pero no son buenas aunque quieran hacerlas. Y aquí es donde toma mucho sentido la frase de negarnos a nosotros mismos. Por ejemplo, mirar mucha televisión, pasar horas en redes sociales, tener novia siendo muy joven, y otras aún más complicadas como el adulterio, los vicios, el chisme y más. Incluso hay algunas que parecen inofensivas pero te roban la vida o el poder alcanzar tus sueños, como no cuidar tus hábitos alimenticios, no tener una rutina de ejercicios saludables, no ser eficaz en tu trabajo, dormir demasiado y otros. Resulta que si el ser humano le da rienda suelta a lo que siente, si se da demasiadas “libertades” puede perderse y no encontrar la salida. Iniciamos un nuevo año y con él nos forjamos nuevas metas para alcanzar, pero, qué vas a hacer para obtener resultados diferentes? Mi consejo, haz el hábito de aprender a negarte a ti mismo. Quieres dormir? Niégate y levántate temprano cada día. Oblígate! Quieres ver televisión? Niégate y comienza a leer el libro que tiene meses de estar guardado. Sácalo de la gaveta! Quieres descansar? Pero antes arregla el desorden que dejaste tirado. Vamos recoge! Quieres hacer algo que no esta del todo bien? Mejor sal a caminar pero ya! Y habla con Dios para que Él dirija tus decisiones. Negarse a sí mismo es un arte que necesitamos aprender con urgencia. Resumo, no porque quieras hacerlo, no porque te guste quiere decir que es lo que más te conviene. Dios no te limita, te protege de ti mismo. Establece límites saludables que traigan bendición a tu vida y aprende a decir no a todo aquello que te limita para ser mejor. Vive en esa negación que te obliga a elegir lo mejor por encima de tus propios deseos y entonces, obtendrás al fin resultados diferentes!