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  • 11 diciembre 2019
  • ¿Mascota o señor?

    Me gustan los deportes, especialmente el fútbol y aunque es difícil para mí asistir a los partidos por mis horarios apenas puedo me escapo y con algunos amigos vamos a ver a nuestro equipo. Siempre la pasamos pura vida y disfruto mucho ese tiempo, además bien abrigado uno lo vive mejor cuando de tardecita o noche se tiene la oportunidad. La mayoría de los equipos de fútbol, baloncesto y fútbol americano tienen sus respectivas mascotas, algunas son muy famosas y aclamadas por las personas que son seguidores y fanáticos de esos conjuntos. Cada fin de semana que estas mascotas saltan a la cancha, las personas en ese estadio les gritan y les aplauden como si fueran estrellas, los niños quieren sacarse fotografías con ellas y realmente son el centro de atención durante esas horas del evento.

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    Casi siempre sus imágenes aparecen constantemente en el estadio y su nombre es coreado y aplaudido por muchos esa mañana o tarde, pero la verdad es que el otro día, el lunes en la mañana muy pocos se preguntas que pasó con ellos ni nadie piensa en ellos. Estoy seguro que ninguno de ustedes ha pensado un lunes en la mañana dónde estará el Monstruo o el Tigre, menos el León (jajaja) como las mascotas de sus equipos. Sabes el porqué, pues usted y yo sabemos que el domingo ellos tienen su espacio y listo, luego la vida continúa e igual vivimos nuestras vidas y la otra semana cuando las personas llegan a la cancha les vuelven aplaudir, gritan su nombre y luego se olvidan de ellas hasta el próximo evento. Me preocupa que para muchos Dios se parece más a una mascota de un equipo que al Señor de sus vidas. Muchos están acostumbrados a reunirse cada fin de semana y cantar, aplaudir y alegrarse. Luego cuando llega el lunes seguir con mi vida como si Él no existiera sino hasta el próximo domingo y así se nos va la vida… Nos reunimos cada fin de semana, pero parece que entre semana guardamos nuestra fe en algún lado para no incomodar a nadie o causar algún problema con la gente que nos rodea por pensar diferente a nosotros. Decimos que nuestra intención es no ser religiosamente fastidiosos pero la verdad es que nos da miedo marcar una diferencia, pensar diferente al montón o que nos tallen de gente rara. Preferimos ser cristianos o seguidores de Jesús muy elegantemente el fin de semana, aplaudimos, vitoreamos a Jesús y después de lunes a sábado lo guardamos como si fuera una mascota de nuestro equipo favorito pero la verdad es que Él es el Señor y siempre lo será, eso no se negocia. El Señor me dijo: «Este pueblo me sirve de palabra y me honra con la boca, pero su corazón está lejos de mí, y el culto que me rinde son cosas inventadas por los hombres y aprendidas de memoria. Isaías 29:13 DHH Qué es Dios para ti, eso nunca podrá estar determinado solamente por la manera como hablas, sino que lo determinan tus acciones y la forma en que vives tu vida. No tengas miedo de demostrar todos los días que Él es tu Señor y no una mascota de fin de semana, sino que Él es lo más importante para ti. Y si te van a criticar o juzgar por vivir tu vida o hablar de Él, ¿cuál es el problema?, prefiero agradar a Dios que a cualquier otro, aunque eso no parezca cool, no siempre hacer lo correcto es lo más popular, pero te aseguro que traerá los mejores resultados a largo plazo.