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¡Reagrúpense!
¿Has escuchado esa frase cuando un equipo o un grupo de personas hacen una pausa y se reúnen a replantear su estrategia de acción? En los deportes se puede llamar tiempo fuera, en la vida puede ser darse un “break” … Como sea que quieras llamarlo, tal vez necesitas reagruparte con tu ser interior y el Espíritu Santo, replantea tu estrategia y ten una seria discusión con el origen de tus pensamientos, con el que ha dictado el ritmo de tu vida, con ese que te hace trabajar hasta tarde, con el mismo que te da un humor cambiante cuando se supone que debes estar feliz… si, con ese mismo al que miras todos los días y quizás le preguntas ¿cómo has llegado hasta ahí?... ¡oh no!, un momento, tal vez ni lo mirabas, podrías tener años de estar ignorando a ese que te lleva cuesta abajo con pensamientos auto destructivos... ¡Es ahora cuando te enfrentas a ti mismo!
Pues ha llegado el momento: ¡REAGRÚPENSE! Pídele al Espíritu Santo que te ayude a repasar tu último año, cómo has vivido, cuáles de tus pensamientos se han convertido en más que baches en medio del camino, qué decisiones has tomado a causa de la comparación, cuántas veces has perdido el balance permitiendo que la presión del trabajo y el ritmo de la vida hagan que tu identidad como hijo de Dios sea lo último en la lista de prioridades… y aún más importante: ¿Qué puedes hacer para cambiar esto? Haz un plan, tómatelo en serio porque nadie más que tú pueden hacer la estrategia para cambiar el juego a tu favor, tienes la opción de reagruparte, tomar el control de tu vida, pedir a Dios que te recuerde el rol que tienes y quien eres en su plan de juego. No hay espacio para dejar pasar otro día, el momento de leer esto es cuando tomas la decisión y reagrupas tu ser, conectas los pensamientos con tu esencia, tus sentidos con el más delicado susurro que proviene de Dios; y ahora es cuando tu verdadero ser empieza a resurgir. El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un largo viaje». 1 Reyes 19:7