BLOG

  • Volver
  • 11 septiembre 2019
  • ¿Saber o no saber? Ese es el dilema.

    Una pregunta que a veces da vuelta en nuestra mente es: ¿Para qué estoy aquí? o, ¿Cuál será la voluntad de Dios para mi vida? La respuesta a cualquiera de esas preguntas solo puede ser dada por nuestro Creador. Ya que fue Él quien nos hizo, solo Él podría decirnos con qué propósito nos permitió venir a este mundo. Pero resulta que Dios nunca nos muestra todo el panorama y esto nos produce incertidumbre y un poco de desesperación, porque queremos entender y no podemos. Y no podemos entender porque nuestra mente es limitada. Sin embargo, nos es necesario saber que nuestro Dios es un Dios de procesos. Te parece si ilustramos esto con la vida de Moisés.

    Blog Image

    El Señor se le presenta a Moisés en una arbusto que ardía pero no se quemaba y desde ahí le dice solamente: - Oye Moisés, necesito un favor. ¿Podrías decirle a Faraón que deje ir a mi pueblo para que vayan al desierto y me adoren? y quiero que seas tú quien los guíe. Hasta ahí, el asunto no parece tan difícil, sin embargo Moisés intenta esquivar a Dios negándose, pero, seamos sinceros, ¿Puede alguien escapar de Dios? No, porque cuando Él pone el ojo no hay forma de que puedas ignorar Su llamado. Ahora bien, prestemos atención a la forma en que Dios actúa, pues solo le da una pequeña instrucción a Moisés. ¿Por qué lo hace de esta manera? Te imaginas si le hubiese dicho a Moisés todo lo que enfrentaría? Veámoslo de nuevo: El Señor se le presenta a Moisés en una arbusto que ardía pero no se quemaba y desde ahí le dice: -Oye Moisés, necesito un favor. ¿Podrías decirle a Faraón que deje ir a mi pueblo para que vayan al desierto y me adoren? y quiero que seas tú quien los guíe. Mientras los guías vas a tener que lidiar con la persecución de los egipcios, vas a tener que tolerar a un pueblo rebelde, al que le gusta murmurar, pueblo que aún después de presenciar milagros se vuelve idólatra y comienza a quejarse, pueblo que luego de ser liberado desea volver a la esclavitud. No te asustes Moisés, pero voy a tener que tenerlos dando vueltas en el desierto durante 40 años debido a su rebelión y bueno al final te cuento que ni siquiera vas a poder ver la tierra prometida. ¿Te imaginas que Dios hiciera algo así con nosotros? Sinceramente creo que en Dios habita la sabiduría y por eso Él solo nos pide que confiemos y nos promete estar con nosotros en todo momento bonito o no tan bonito que debamos pasar. Así que, ¿Quieres saber cuál creo que es la fórmula para descubrir nuestro propósito y parte de la voluntad de Dios para nuestra vida? La clave está en siempre decirle a Dios que sí, en ser obediente a lo que te está pidiendo y en los momentos difíciles confiar y hacer de Él tu refugio. O, ¿No es eso lo que hicieron los siervos de Dios en la Biblia? Échale un vistazo a la vida de Abraham, David, José, Nehemías, Ester, Job, Daniel y bueno, los discípulos de Jesús y muchos más. Tal vez ahorita estés pensando: ¿Cómo logró Moisés soportar todo eso? Te voy a decir que, no todo fue negativo para Moisés y estoy segura de que si Dios se lo pidiera de nuevo, Moisés lo volvería a hacer, ¿Sabes por qué? Porque podría presenciar nuevamente los milagros, podría ver el mar partirse en dos antes sus propios ojos y caminar entre paredes de agua, o ver maná llover del cielo; o volver a ver aquella gran columna de nube y la otra de fuego sobre ellos, o sea, sentir el cuidado de Dios casi palpable sobre sus vidas, o podría convertir agua amarga en agua dulce y ni qué decir de volver a subir el monte y estar con Dios cara a cara para luego bajar con su rostro resplandeciente, oh sí, definitivamente lo volvería a hacer. En nuestra vida no todo será fácil, o no todo será bonito, de la misma manera no todo será feo, pero si en medio de toda esta travesía que es la vida te encuentras con Dios y lo conoces realmente a Él… Entonces habrá valido la pena.